14 millones de especies habitan la tierra. Animales, plantas, hongos y microorganismos. Pero ¿por qué son todas necesarias en el ciclo de la vida? Porque cada organismo tiene una misión única que desempeñar. En la Tierra conviven una inmensa variedad de seres vivos, y esta biodiversidad es determinante en la sostenibilidad del planeta. Con motivo de la celebración del Día de los Animales, como cada 4 de octubre, veamos por qué una diversidad amplia de especies es una de las condiciones fundamentales para la vida del ser humano, y cuánto de protagonismo tienen los animales en este aspecto.
La biodiversidad comprende los diferentes tipos de vida que hay en un área: la variedad de animales, plantas, hongos e incluso microorganismos como bacterias. Cada uno de estos elementos trabajan conjuntamente, como en una especie de red (lo que conocemos como “ecosistema”), manteniendo el equilibrio y la vida. La biodiversidad sustenta todo lo que necesitamos para sobrevivir en la naturaleza.
La biodiversidad proporciona incontables beneficios fundamentales al ser humano, más allá del suministro de materias primas. La pérdida de biodiversidad tiene efectos nocivos sobre algunas facetas de su bienestar, como pueden ser: la seguridad alimentaria, la vulnerabilidad frente a desastres naturales, la seguridad energética o el acceso a agua potable y materias primas. La desaparición progresiva de la biodiversidad es mucho más grave de lo que creemos, ya que, en última instancia, conllevaría a la desaparición de nuestra propia especie.
Seas un apasionado o no de los animales, es importante que conozcas unos datos que llamarán tu atención, y ayudarán a ser más consciente sobre la importancia de la especie animal para la supervivencia del planeta.
En nuestro medioambiente existe una variedad increíble de animales, y cada uno tiene un papel único que desempeñar. Sí, los animales juegan un papel determinante. Son actores protagonistas y responsables directos de buena parte de los fenómenos que garantizan las condiciones óptimas para la vida. ¿Sabías que hasta el animal más pequeño cumple una función vital en su ecosistema?
Con motivo del Día de los Animales, conozcamos algunos ejemplos de los beneficios que aportan estos tipos del reino animal sobre el medioambiente:
Carroñeros: Mantienen el ecosistema limpio de materias en descomposición. Eliminan restos orgánicos, evitando la proliferación y superpoblación de microorganismos perjudiciales para el entorno. Ejemplo de animales carroñeros: los buitres y las hienas.
Descomponedores: Los restos que dejan los carroñeros, posteriormente son utilizados por los descomponedores, que se encargan de transformar materia orgánica en inorgánica. Absorben y aprovechan sustancias nutritivas de los restos de animales y plantas. Son como una especie de “recicladores” para no desperdiciar materia que aún puede ser utilizada. Por ejemplo, la lombriz de tierra descompone materia que pasa a formar parte de los suelos fértiles.
Polinizadores: Responsables de la transferencia de polen de unas flores a otras, haciendo posible la producción de semillas y posteriores frutos. De ellos dependen los cultivos de todo el planeta, y con ello, buena parte de nuestra alimentación. Las abejas son uno de los polinizadores más importantes.
Según los expertos, estos animales son indispensables para la supervivencia de la vida en la Tierra:
Como ves, hasta el animal más insignificante del planeta, desempeña una función vital en su ecosistema. Desgraciadamente, el hombre es el animal que más desafía el equilibrio ecológico, a través de la explotación excesiva de los recursos naturales y la contaminación de allá donde habita.
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