Multitud de plantas necesitan ser polinizadas por las abejas para producir semillas. Las abejas recogen el néctar, que lo transforman en miel; y también recogen el polen para convertirlo en pan de polen. De esta forma, podemos decir que, la dieta de las abejas se basa en la miel y el polen fermentado.
Las abejas, al igual que la mayoría de los seres vivos, necesitan ingerir alimentos con todos los nutrientes necesarios para el mantenimiento de las funciones vitales de su organismo. Así que, sería necesario para las abejas:
La miel aporta azúcares, en un 80% y minerales, un 0,5%. Por otro lado, el polen aporta proteínas (un 20%), grasas (1%), vitaminas y compuestos bioactivos como probióticos o antioxidantes.
La composición del polen no es siempre la misma. Existe polen con alto nivel de proteínas como el de los sauces, mientras que otros, como el de los girasoles, contiene un bajo porcentaje.
La meteorología también influye en la composición del polen. En épocas de sequía, la planta producirá granos con menos nutrientes. En época de floración los nutrientes del polen también varían, ofreciendo un mayor porcentaje de proteína.
El polen contiene entre 15 y 19 tipos de aminoácidos, de los cuales 10 son necesarios. Sin embargo, no todos los pólenes tienen todos los aminoácidos esenciales, por ello las abejas deben recoger varios tipos de polen para completar su alimentación.
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