Los criterios de adiestramiento son las respuestas que reforzarás en cada sesión. Cuando nos proponemos adiestrar a nuestro perro debemos enseñar cada criterio por separado, alcanzando pequeños objetivos y respuestas que reforzaremos en cada sesión. Estos criterios pueden ser pasos intermedios para lograr: un ejercicio, el ejercicio completo o secuencias de una cadena de conductas. Aunque no parezca muy lógico, avanzar paso a paso nos permitirá avanzar más rápido, por eso es conveniente no entrenar muchos criterios de una sola vez.
A medida que vayamos avanzando, nos daremos cuenta de que la mayoría de los ejercicios comparten un conjunto de criterios a superar.
Es muy importante concentrarnos en un solo criterio en cada sesión de adiestramiento.
“Incrementar” o “levantar” el criterio de adiestramiento consiste en aumentar la dificultad del ejercicio. Por ejemplo, si nuestro perro se sienta cuando se lo pedimos, pero lo hace apoyado sobre un costado y queremos que se siente derecho, el nuevo criterio exige que distribuya su peso equitativamente. En este caso hemos levantado el criterio, por lo que sólo premiaremos las respuestas en las que nuestro perro se siente derecho y no premiaremos las respuestas en las que se siente ladeado.
Aunque nuestro perro no realice correctamente aquello que le pedimos, no debemos olvidar tratarle con respeto y cariño para evitar problemas de conducta.
Conseguir la conducta. Consiste en conseguir que nuestro perro realice la conducta que buscamos entrenar en respuesta a una señal. Por ejemplo, conseguir que se siente cuando decimos “sentado” o cuando le hacemos una señal con la mano.
Perfeccionar la conducta. En perros que son compañeros en el hogar y en cachorros no suele ser necesario perfeccionar en la mayoría de los ejercicios, sin embargo, en perros de trabajo (policía, servicios, etc.) o en perros deportivos, en ocasiones tienen que realizar las conductas con ciertas características.
Latencia. En la mayoría de los ejercicios es muy importante reducir el tiempo de respuesta, especialmente cuando le llamamos, en este caso el perro debe responder inmediatamente.
Discriminación. Nuestro perro debe diferenciar correctamente las diferentes señales y ejecutar los ejercicios correspondientes. Por ejemplo, si le decimos “sentado”, debe sentarse no tumbarse o acudir a nuestro lado.
Duración. En algunos de los ejercicios es importante conseguir una duración determinada. Por ejemplo, que nuestro perro permanezca sentado por un tiempo.
Distancia. Por una parte, nuestro perro debe responder a distancia y por otro lado debe mantener el ejercicio, por ejemplo, quedarse quieto mientras nos alejamos.
Distracciones. Nuestro perro debe responder, aunque existan distracciones en el lugar.
Diversidad. Nuestro perro debe responder correctamente en distintos lugares. Para conseguirlo reentrenaremos cada ejercicio en distintas ubicaciones, ya que los perros no generalizan con facilidad.
Es muy importante premiar a nuestra mascota y que perciba el premio como algo especial y no ofrecerle elementos que tiene de forma diaria como son las caricias, juguetes o su propio pienso.
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