El Koala (Phascolarctos cinereus) es una especie endémica de Australia.
Esto significa que solo nos podemos encontrar con un Koala de forma natural en Australia.
Estos animales caracterizan la fauna de Australia, y es que, su curioso y adorable aspecto captan la atención de cualquiera.
Los Koalas habitan en Australia hace millones de años, si concretamos, hace 45 millones de años desde América del Sur, cuando ambos continentes estaban unidos. Siendo la única especie de marsupiales superviviente de la familia Phascolarctidae, nos lo podemos encontrar en zonas del este de Australia donde predominan los eucaliptos..
Cuando no duermen se alimentan normalmente por la noche de las hojas de eucalipto, son unos animales que pueden resistir varios días e incluso semanas sin beber agua, siempre que tengan un acceso fácil a las hojas de eucalipto, que serán su fuente de hidratación.
A pesar de que las hojas de eucalipto sean una amenaza para la mayoría de los animales debido a la presencia de compuestos tóxicos y bajos niveles de nutrientes, los Koalas poseen un sistema digestivo único que les permite aprovechar al máximo este tipo de dieta y obtener los nutrientes necesarios para un correcto desarrollo digestivo.
Esta capacidad les obliga a pasar la mayor parte de su tiempo durmiendo, ya que, la digestión de las hojas de eucalipto es un proceso lento que requiere mucho esfuerzo. Usualmente los Koalas duermen hasta 22 horas al día, debido a su lento metabolismo, pasan el 10% del día comiendo y el 90% durmiendo, para adaptarse a este tipo de vida, tienen la columna curvada y carecen de cola, pero no solo poseen estas adaptaciones, y es que, al igual que los primates, los Koalas tienen un pulgar oponible en cada extremidad delantera que les aporta mayor sujeción, en cada extremidad poseen cinco dedos, y es que, cada dedo está dotado de garras afiladas que les permiten aferrarse con mayor facilidad a las ramas de los árboles.
¿Qué va a pasar con esta especie tan singular?
Los Koalas han sido declarados en peligro de extinción en febrero de 2022, la Australia Koala Foundation estima que existen menos de 100 000 Koalas salvajes y que, lamentablemente cada año mueren alrededor de 4000 solo por atropellos y ataques de perros.
Años atrás la población de Koalas era masiva, pero debido a la masacre que se originó en la década de los años 20 con el propósito de extraerles la piel, esta especie no se volvió a recuperar y con el paso del tiempo el número de ejemplares ha ido disminuyendo.
En la actualidad los Koalas se encuentran en peligro de extinción por diversas causas, como la sequía prolongada, incendios forestales, acumulación de enfermedades y pérdida del hábitat.
El aumento de dióxido de carbono en la atmósfera disminuye la calidad nutricional de las hojas de eucalipto (que ya es bastante baja) y provoca sequías e incendios forestales más prolongados. La única medida de defensa que adoptan los Koalas es trepar árboles, medida que es inútil ante un incendio forestal. La sequía les obliga a dejar de dormir y bajar de los árboles para buscar agua, poniéndolos en riesgo de depredación por parte de Dignos y gastando una energía que les es crucial para sobrellevar su estado biológico.
¿Cómo debemos actuar?
Cuando hablamos de alguna especie en peligro de extinción es crucial que nos concienciemos y tomemos acción sobre la restauración de las áreas afectadas por la deforestación, promover y apoyar la participación de ONG y otras comunidades en proyectos para la conservación de esta especie, establecer medidas de control ante plagas, la propagación de incendios forestales y la población activa de Koalas salvajes, ser consciente del consumo textil y no formar parte del tráfico ilegal de especies.
Como individuos siempre nos podemos plantear tomar acción, ya sea con actos grandes o pequeños, lo importante es no contribuir a que esta valiosa especie desaparezca.
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