Hoy, como cada 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, una fecha muy importante en la que se busca concienciar sobre la importancia de estos insectos para el ecosistema, la seguridad alimentaria y, en general, para el desarrollo de la vida tal y como la conocemos. En este artículo te contamos por qué las abejas son tan esenciales para la vida en la Tierra y qué podemos hacer para protegerlas y promover su conservación.
Las abejas son los principales agentes polinizadores del mundo. La polinización es el proceso por el cual las plantas se reproducen y generan semillas y frutos. Sin polinización, no habría agricultura ni alimentación y, por tanto, los seres vivos no tendrían forma de sobrevivir.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más del 75% de los cultivos que consumimos dependen de la polinización animal, especialmente de las abejas. Esto significa que sin ellas no tendríamos frutas, verduras, hortalizas, semillas, … entre otras muchas cosas. Además, la polinización contribuye a mantener la diversidad genética de las plantas y a preservar los ecosistemas.
Pero las abejas no solo nos proveen de alimentos, también nos ofrecen otros productos que tienen beneficios para la salud humana y animal, como la miel, la cera, el propóleo, el polen y la jalea real. Estos productos tienen propiedades antibacterianas, antioxidantes, antiinflamatorias e inmunológicas. Además, las abejas son fuente de ingresos y empleo para millones de personas que se dedican a la apicultura.
A pesar de su gran valor ecológico, económico y social, las abejas están amenazadas por diversos factores que ponen en riesgo su supervivencia y su función polinizadora. Algunos de estos factores son:
- El cambio climático: el aumento de las temperaturas, las sequías, las inundaciones y los fenómenos meteorológicos extremos alteran el ciclo de vida de las abejas y afectan a su disponibilidad de alimento y agua.
- La pérdida de hábitat: la deforestación, la urbanización y la agricultura intensiva, reducen y fragmentan el espacio natural de las abejas y disminuyen la variedad y calidad de las flores que necesitan para alimentarse.
- Las plagas y las enfermedades: las abejas son vulnerables a diferentes parásitos, virus, bacterias y hongos que pueden debilitarlas o matarlas. Algunos ejemplos son el ácaro Varroa o la avispa asiática (Vespa Velutina)
- El uso excesivo de pesticidas y herbicidas: estos productos químicos pueden contaminar el néctar, el polen y el agua que consumen las abejas y causarles daños en el sistema nervioso, el aprendizaje, la memoria o la reproducción. También pueden afectar a su capacidad para orientarse y comunicarse.
Según la FAO, más del 40% de las especies de polinizadores invertebrados, especialmente las abejas y las mariposas, están en peligro de extinción. Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria y la diversidad biológica de nuestro planeta.
El Día Mundial de las Abejas es una oportunidad para reconocer el valor de estos pequeños pero poderosos aliados de la naturaleza y tomar medidas para protegerlos y promover su conservación. Algunas acciones que podemos hacer son:
Las abejas son esenciales para la vida en la Tierra. Celebremos su existencia y contribuyamos a su protección. ¡Feliz Día Mundial de las Abejas!
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