Los antiinflamatorios son un tipo de fármacos muy utilizados tanto en la medicina humana como en la veterinaria para calmar el dolor y reducir la inflamación gracias a sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antipiréticas. Estos medicamentos se dividen en dos grandes grupos: antiinflamatorios esteroideos y no esteroideos.
Es importante mencionar que los antiinflamatorios para perros tienen que estar siempre recetados por un veterinario y nunca, bajo ningún concepto, debes darle medicamentos no prescritos a tu mascota.
Como se mencionó anteriormente, hay dos grandes grupos de antiinflamatorios:
Existen también otros antiinflamatorios naturales como, por ejemplo, el omega3 que no provoca efectos secundarios y puede aportar un extra a la dieta de tu animal. A pesar de esto, es recomendable pedir ayuda a un profesional antes de administrarle cualquier alimento que pueda alterar el estado de salud de tu mascota.
También es importante mencionar que los perros no pueden consumir antiinflamatorios para humanos, por lo que no automediques a tu mascota ni le administres medicación que no es específica para uso animal. ¡Su salud está en juego!
El uso de antiinflamatorios no esteroideos tiene numerosos beneficios para el animal, siempre que se usen de forma adecuada y con las instrucciones de un profesional. Entre sus beneficios destacan:
Aunque son muchas sus ventajas, también presentan algún inconveniente, pues muchos antiinflamatorios no esteroideos actúan bloqueando la enzima ciclooxigenasa (COX), reduciendo la producción de prostaglandinas y, por tanto, causando la aparición de algún efecto secundario:
Sin embargo, en los últimos años y tras mucho tiempo de investigación, han llegado al mercado los antiinflamatorios COXIB, pertenecientes a la familia de los no esteroideos, pero con alguna peculiaridad respecto a los citados anteriormente. Este tipo de medicamentos actúan bloqueando la COX-2, que es la enzima responsable del dolor y la inflamación, pero no afectan a la COX-1, la encargada de la salud del aparato digestivo, con lo que se consigue reducir notablemente los efectos secundarios (menor riesgo de úlceras, perforaciones, hemorragias, …) manteniendo los mismos efectos beneficiosos. Esto los convierte en la opción preferida para muchos veterinarios, sobre todo para aquellos animales que hayan presentado efectos secundarios tras el consumo de algún antiinflamatorio en el pasado.
Si el animal presenta algún síntoma de malestar o cambios en su comportamiento es muy importante que interrumpas la medicación cuánto antes y acudas a un veterinario. Recuerda que cada animal es diferente y puede tolerar los medicamentos de manera muy distinta, por lo que es imprescindible que un especialista estudie cada caso en particular para que pueda proporcionarle el tratamiento adecuado.
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