En la actualidad está despertando bastante interés y se ha extendido su uso, pero distintos estudios realizados ya hace años señalaban los efectos positivos que la administración de cannabis o cáñamo puede aportar a los perros. En este artículo hablaremos sobre los beneficios, las dosis recomendadas, así como de las posibles contraindicaciones que pude presentar.
Está demostrado que el aceite de cannabis, rico en omega 3 y 6 posee efectos antiinflamatorios, antioxidantes, ansiolíticos, neuro protectores, antiepilépticos y analgésicos. Se emplea como nutraceútico (producto alimenticio con beneficios para la salud más allá de la nutrición) y en productos para el cuidado y limpieza de la piel y el pelo. Se puede utilizar en tratamientos de larga duración y en perros de todas las edades y tamaños.
El aceite de cannabis es usado para diferentes patologías, ayudando a combatir molestias y desequilibrios y a mejorar el estado del perro durante los tratamientos de larga duración a nivel orgánico y psicológico. Siempre debe emplearse siguiendo lo establecido por el veterinario y sus indicaciones para evitar interacciones y efectos adversos.
Su uso destaca en:
La dosis recomendada dependerá de diferentes factores como son la presentación, ya que puede ser en gotas o en comprimidos, y el peso de nuestro perro. Existe un rango de dosis que son consideradas como seguras para ellos. La recomendación es comenzar siempre con la dosis más baja e ir ajustándola según la respuesta del perro, hasta llegar a la cantidad que produzca los efectos positivos que se pretenden. Todo este proceso deberá ser controlado por el veterinario.
La recomendación es la administración en formato líquido, porque se dosifica mejor y al ser absorbido directamente por la mucosa oral, garantiza su efectividad. Puede administrarse poniéndolo en la boca del perro mediante gotero incluido en algunas presentaciones o con jeringa. También puede mezclarse con la comida o el agua.
Algunas personas se sienten reticentes al empleo terapéutico de este aceite por temor a posibles efectos secundarios, pero cabe recordar que este producto se ofrece libre de la molécula responsable de los efectos psicoactivos secundarios asociados al cannabis, por lo que éstos no podrán presentarse en el perro tras su consumo.
Se han detectado mayores concentraciones de receptores cannabinoides en el cerebro canino que en otros animales, por lo que serían más sensibles a una sobredosis, lo que podría provocar alteraciones a nivel neurológico a corto plazo. También es posible detectar somnolencia, heces blandas y elevación de la fosfatasa alcalina.
Para evitar problemas lo conveniente es elegir un buen producto, ceñirse a las dosis recomendadas y ajustarlas a la reacción de nuestro perro. En todo caso, nos estamos refiriendo al aceite de cannabis comercializado para uso veterinario, no humano.
Este artículo es meramente informativo. En Leonvet contamos con un amplio surtido de productos que contienen este aceite de cannabis, que te podemos proporcionar una vez que el veterinario haya realizado un buen diagnóstico y el tipo de tratamiento más adecuado.
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